miércoles, 18 de marzo de 2009

Chi, prana, espíritu santo, mojo o como quieras llamarlo


Es indiscutible que hay una fuerza universal a la cual no podemos ver que nutre la vida. Lo dicen todas las religiones y hasta los físicos cuánticos. Por fín algo sobre lo cual la religión y la ciencia se ponen de acuerdo!
Ahora, hay miles de maneras de sentirlo en carne propia: reiki, meditación, tai-chi, yoga. Pero la más fácil es salir de casa y abrazar un árbol. Intentálo, la próxima vez que salgas, el próximo árbol que pases. Vas a ver que si lo hacés sin preconceptos es una experiencia muy interesante: traquilizadora, ayuda a "bajar a tierra" a sentirse bien parado en la tierra.
Esto no es sólo porque el árbol sirve como conducto de la energía universal... es porque vos también lo sos. Así que aunque no lo sepas, ese contacto con la naturaleza no sólo te ayuda a vos, ayuda a la tierra. Ese abrazo que le das a un árbol se transfiere directamente a la tierra y tiene el mismo efecto que un abrazo entre personas. Un abrazo puede decir muchas cosas, pero principalmente dice "te quiero, te protejo, te cuido". Eso es lo que calma a un niño que se despierta sobresaltado de un mal sueño, o le dá fuerza a una persona que está triste.
¿Pensaste en cómo se debe estar sintiendo el mundo en este momento?
Con tantos conflictos y tantos ataques... no sólo conflictos bélicos entre hombres, sino el conflicto del hombre contra el resto del medio ambiente, del clima contra el hombre y de los desechos de tantos años que han infectado a la tierra.
Es cierto que la tierra necesita de acciones muy serias en cuanto a conservacionismo y limpieza del medioambiente, pero antes que nada, necesita una abrazo. Un abrazo que le diga que la queremos, que agradecemos todo lo que hizo y está haciendo por nosotros. Un abrazo de la mayor cantidad de seres humanos posibles, que le traspase la energía universal que tanto necesita para comenzar a reponerse.
El 22 de Abril es hace más de 30 años el Día de la Tierra de las Naciones Unidas. Aprovechemos ese diá para devolverle el amor que nos dá. Sali y abrazá un árbol, una roca, o la tierra misma en tu jardín. Salí solo, con tu familia, tus amigos o tus compañeros del trabajo o la escuela. Organizá un abrazo colectivo en tu barrio o tu escuela y salí a decirle a la tierra cuanto la querés.
SI podés, mandános una foto de tu abrazo con la tierra, así la podemos compartir con el resto del mundo y así demostrar que somos muchos los que amamos a la tierra y queremos protegerla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario